miércoles, 29 de abril de 2009

El ángel y la tortuga

Miraba el cielo sin poder encontrar un solo punto al cual mirar, daba vueltas sobre mi caparazón, los chicos seguían dándome vueltas y la cabeza ya me pesaba, la sangre llegó demasiado rápido a ella y ya ni quería moverme, dejé de luchar, cerré mis ojos y esperé a que se cansaran de jugar.

¡Maldita sea! Por qué estoy encerrado en este caparazón, por qué el caparazón no deja que me voltee por mi solo, todo se ha calmado, abro mis ojos, ellos siguen ahí, me pican el estomago con un palo, creyendo que por mi caparazón no siento, señores, soy un ser vivo, tengo sentimientos y también me duele, ellos creen que pueden jugar conmigo para siempre. Vuelvo a cerrar mis ojos.

Oigo un zumbido, abro los ojos, miro el cielo, algo se acerca, una luz, una chica, su cabello corto, su pañoleta en él, una blusa blanca y un jean, destella luz por todos lados, es hermosa, lleva unos zapatos converse que juegan muy bien, su sonrisa, un grito y algo de ira hacen que se marchen los chicos y chicas que jugaban conmigo. La miro fijamente, no veo sus alas, ella me sonríe, me toma entre sus manos y me da la vuelta, me pone en pie otra vez, sobre su mano me deslizo, ella teme que yo caiga por eso me sigue con su otra mano.

Sonríe, piensa y me besa. Yo siento que algo pasa, el cuerpo empieza a centellear, ¿será que soy como el sapo del cuento? Sigo sintiendo mariposas por todo el cuerpo, ella está frente a mi, no pasa nada.

-No pasó nada- le dije.

-¿Qué esperabas?- preguntó.

-Convertirme en tu príncipe azul.

-Pero si yo no necesito que seas un príncipe para amarte, no necesito que seas bello para amarte, te necesito a ti tal y como eres.

-¡Oh! Entonces ¿quieres estar conmigo así?

-Si, o es que nunca has visto a una tortuga y un ángel amarse incondicionalmente, sin importar nada.

Así la conocí, así me enamoré, hoy luego de tres meses escribiendo la historia de cómo ocurrió, termino, mi manera de escribir es lenta, pero segura, mi manera de escribir la enamora a diario, mi manera de escribir la enorgullece y la hace levantar los brazos en sentido de aprobación.

Hoy andamos juntos, vivimos juntos y estamos demostrando que las tortugas y los ángeles también pueden amarse.

*Ilustración: Lorion (flickr)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

juanse esta muy bakano parce
tiene un toke tierno
q kontrasta kon la realidad
y lo deja a uno sin
komentarios
esta excelente!!

daniel segura

silvia zappia dijo...

Juanse! Aún suspiro....!!!!!
Hermosísima tu historia, plena de ternura y tan bien contada!


Un gran beso, te extrañoooooooooooooo!!!!!!!!!!

♥Adictalcafeh♥ dijo...

Jajajaja!
Qué hermosuraaaaaaaaaa!

Juana Macías Moreno dijo...

Genial. Me encató tu historia y sí yo también estoy segura que los angeles y las tortugas se aman y con un angel a quien le importa ya volar.

Un gran beso Juanse.

Anónimo dijo...

jaja parcero...excelente...no dejas de innovar...segui asi... espero con ansias el proximo cuento

J.E

Ricardo Rivera Vasallo dijo...

Excelente.
Captura el sonido preciso de la cúspide de lo imposible. Siempre tu esencia tan centellante, premura de inocentes esencia y la danza de un cielo vislumbrante y riguroso... asertivos Ángeles que vuelan sobre tortugas omnipotentes.

Saludos Juanse, te felicito.
Genial:

CeLeS! ~ dijo...

Ay mi tortugo! que ternura! Hasta me hizo mal pensar que alguna vez maltraté así a una tortuga! xD

A derribar imposibles.
Besotes!!!

Declaration dijo...

AMO LAS TORTUGAS. LO JURO.
Me re identifico con ellas.
Siempre qise tener una pero no consigo =(
Pensaba ponerle Filburt.. pero si tengo una, voy a ponerle JuanSe =) me dejas? =) jeje.

Un besazoo! Qe estes bien.

ViiCkO.

David Cotos dijo...

Excelente. me gusto.

Laurita!!! dijo...

Aaayyy!!!... Esta hecho una belleza!!!... mera ternura de histora.
Aún tengo cara de pastel!!! jejeje