miércoles, 16 de diciembre de 2009

Bella Durmiente

Había salido del instituto en un horario poco usual para mi. Había pasado todo el día allá clavado, entré a clase a las seis de la mañana y eran las siete de la noche y apenas estaba encontrando el rumbo a casa.

Luego de caminar unos quince minutos desde donde estudio hasta donde debo tomar el colectivo que me llevara de vuelta a casa, llegué y me topé con una fila un poco grande.

La espera fue de casi diez minutos hasta que llegó la ruta que utilizo y me deja frente a mi urbanización. Me subí en el colectivo y era tal mi cansancio que apenas me senté, caí profundamente dormido.

De repente en medio del camino desperté, miré a mi alrededor, aun faltaban cerca de veinte minutos de camino hasta mi casa, a mi lado se encontraba una chica rubia, de ojos azules, con sus mejillas de color rosa y un vestido azul con el cual supuse que iba a trabajar; me miró a los ojos, yo la miré entredormido, ella me sonrió y yo le devolví el presente.

Volví a caer en mi profundísimo sueño, creo que hasta soñaba y hablaba dormido, porque el cansancio era demasiado. De un momento a otro volví a despertar, me faltaban cerca de quince minutos para llegar, pero el tiempo dormido hizo parecer como si hubiese dormido una hora o más. Miré a la chica a mi lado, ella tal vez se había contagiado de mi profundo sueño y estaba disfrutando de su onírico momento también.

Ya dormir se me hizo un poco difícil, pero en mi adormecimiento con el que quedo siempre que tengo sueño tan profundo, pensaba si ella se iba a parar antes que yo, si de pronto se pasaría y así poco a poco me fui imaginando donde viviría, que hacía, cuales eran sus peliculas favoritas. Ella seguía durmiendo tranquila y profundamente. Ni siquiera la despertaba el timbre del colectivo que sonaba muy duro, como si fuera una alarma de despertador.

Cada vez me iba acercando más y más al sitio donde debía bajarme y ésta chica seguía durmiendo, así que pensé en despertarla de una manera sutil para no ir a incomodarla. Abrí la ventanilla a su máximo nivel y el viento entraba con una violencia que pensé la despertaría, pero simplemente hizo que ella se acurrucara más en su saco de pana.

El colectivo empezó a subir la loma que desemboca en mi urbanización y cada vez era más inminente tener que bajarme y despertar a la chica, no supe que más hacer, así que opté por besarla, me incliné sobre ella, puse mis labios sobre los de ella, ella despertó de un golpe, sonrió, me miró.

-¿Qué haces?- preguntó

-Nada- le respondí.

-Entonces, ¿Qué fue eso?

-Nada, yo me quedo aquí y no sabía como despertarte.

Toqué el timbre, me paré y me bajé del colectivo mientras ella me miraba por la ventana y se iba cada vez más extrañada por mi modo de despertarla.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

sensacional!!...
ya me imagino la cara del man.. todo desesperadito sin saber como hacer para despertarla!!
jejej Genial!
..Una buena idea para ponerla en escena...
!!..♫..!!

July dijo...

^^ dinda la historia Juanse...
mas realista :)

"July"

silvia zappia dijo...

Muy buena reescritura de un clásico.

Besos,hijo!*

Laurita!!! dijo...

Super Juanse, que historia mas loca!!!
Pero super original tu forma de despertar a la chica, ajajajaj... Esta excelente la historia!!!
Un abrazo!!!

Mercedes Pajarón dijo...

.....Y si en lugar de una hermosa joven, hubiera sido una anciana desdentada, con aspecto de bruja malvada....¿la habría besado el protagonista para despertarla? :-)

Juanse, que pases unas maravillosas fiestas, y que el nuevo año te traiga mucha alegría y te mantenga esa brillante inspiración!