martes, 18 de noviembre de 2008

Diario de un mendigo enamorado.

Enero 27

Dudaba aun si debía cambiarme de calle para cubrirme de la lluvia o esperar a que ella pasara para poderlo hacer. Llevaba ya mas de año y medio sentado en la misma acera durante cinco horas al día, esperándola que pasara, yo la recordaba, ella no, igual yo había cambiado totalmente mi personalidad y mi aspecto físico no era el mas agradable de todos.

Era la 1:55 pm. y ya iba retrasada, aun no pasaba; siempre me daba en la cabeza preguntándome por qué no era capaz de hablarle, solo esperaba ahí sentado a que pasara, la observaba de arriba abajo y mientras mi boca se abría, iba recordando esos gratos momentos del pasado cuando fue mía.

¿Fue mía?

Si, tenía 14 años cuando la conocí, empecé a hablar con ella con una insistencia bárbara desde los 15 y a los 17 cuando ambos aun cursábamos el colegio, nos encontramos para ser pareja, algo concretado, una relación larga y duradera, yo siempre con mi delirio de poeta le escribía versos y ganaba unos sabrosísimos besos por eso y otros cuantos detalles que tenía con ella. O intempestivamente ella me besaba y eso me gustaba.

Nos habíamos separado después de unas decenas de meses juntos y habíamos perdido contacto total, pero ahora que la veo, la encuentro tal y como la dejé hace unos años, ¿cinco o seis?, no se cuantos habrán pasado pero está igual de bella, sé donde trabaja, me ha dado monedas varias veces, pero yo se las he rechazado, realmente yo no me siento en esta acera para recibir monedas, no las necesito, solo busco tener alguien con quien conversar y siempre lo encuentro en universitarios que van en mi búsqueda para comentarme de unas u otras cosas, aunque a mucha gente lo único que le produzco es asco, incluyéndola a ella, supongo.

Son las 2 pm. y aun no pasa, que le habrá pasado, está retrasada, allá viene, va demasiado rápido, sí, está retrasadísima, ¿cuándo será el momento en que tengo otra vez las agallas para volverle a hablar?

Ella lleva trabajando en esa empresa más de 1 año, por lo que veo le ha ido muy bien en su vida, yo en cambio vivo aquí sentado, como algo decente y luego vuelvo a casa solo, me siento a ver televisión o a sumergirme dentro de esos acordes de música que escribo o escucho en las listas de reproducción.

Marzo 18

Hoy se acercó, estaba bellísima, me habló, yo no le dije nada, ni la miré a los ojos, le dije hola y ya, ella siguió su camino y yo volví a lo mismo, la miré y recordé esos gratos momentos. ¿será que se acuerda de mi?, ¿será que ya me reconoció?. Ahora que empiezo a preguntarme, ¿será que tiene alguien con quien comparte su vida?, no se, debería cambiar mi aspecto y un día cualquiera acercarme a ella, vestirme con la ropa que acostumbro usar en las noches para salir con mis amigos, deberé ir cambiado totalmente, afeitar esta larga barba y cortar mi cabello, le hablaré, sé que será pronto, porque ya estoy decidido, la invitaré a un café, ¿pero como le digo?, ¿Cómo me dirijo a ella? ¿con un cortes señorita? O ¿La llamo por su nombre?, no sé, el momento lo dirá.

Abril 3

Es el gran día, ya me afeité y me motilé, me puse una camisa a rayas, un jean, unos tennis azules y una gorra camionera como siempre, estoy sentado en el mismo punto, tengo mi bolso a un lado, con varios recuerdos de cuando eramos pareja y que tengo guardados en mi corazón hace un tiempo. Es la 1:50 p m. Y ya los nervios empezaron a fluir, las mariposas en mi estomago, será difícil dirigirme a ella, pero lo haré, ya tomé el gran cambio.

Allá viene, está sin afán, va con cinco minutos de ventaja, ya distinguí su caminar, está hermosa, pasa frente a mi de derecha a izquierda como siempre, yo estoy sentado, me levanto y grito, UVITA!, ella voltea y sonríe.

Continuará…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente tengo una sonrisa en la cara, me emocionó mucho lo que siente el mendigo por ella...por su uvita, pero no me dejés en continuará, eso es lago así como quedar antojado...jajajaja

Lauri dijo...

El no es un mendigo. No entendí bien. Que viva el amor, que viva la espera, que vivan los 5 minuticos más, que vivan los finales abiertos, que viva la emoción de verla llegar y la luz de una sonrisa.
Excelente entrada

Paraconsistonta dijo...

:)
Amé la descripción de los besos