lunes, 1 de diciembre de 2008

La Eterna Pesadilla

Despertó alterada, las lágrimas en sus ojos dibujaban una pesadilla en su rostro, su cara sonrojada, su cuerpo desnudo, el pecho oprimido, la respiración acelerada; se levanta de la cama en busca de un poco de agua, en la cocina mientras sirve un vaso piensa en esa pesadilla, recuerdos de su padre y su madre juntos, tirados en el suelo de la habitación de ambos en su apartamento, derramando sangre, la mirada perdida, un par de disparos en la frente de cada uno y ella sin llorar, los mira, busca el asesino, el arma, piensa en un posible suicidio de ambos pero realmente no puede ser real, no hay arma, hay indicios de forcejeo, eso del suicidio son simples visiones de ella.

Hoy nuevamente la pesadilla volvió y la atacó como es costumbre al menos una vez al mes lo que hace que sus padres murieron, ella aun no comprende que es lo que le causa esta pesadilla, ya el caso fue cerrado, el victimario como es costumbre en este país está tranquilo en su casa; ella cree que es una persona que vive en el edificio que habitaban sus padres, ya que el portero no dejó entrar a nadie, entonces está ahí la inquietud.

Piso 11.

Luego de tomar el agua se dirige a su habitación nuevamente, mira por el ventanal, hermosa se ve la ciudad, se sigue preguntando por su pesadilla, pero también vuelve a recordar esa decepción que le causó su última relación amorosa, ese hombre con el que había estado durante cinco años, se había marchado con otra mujer.

Había llegado un día del laboratorio y cuando fue a ver, la ropa de él ya no se encontraba en el closet; con odio tomó la carta que encontró en el nochero, la leyó, lloró como nunca, casi dejó salir su alma en cada suspiro, en cada sollozo.

Tiene 24 años, es una microbióloga reconocida en el medio por sus descubrimientos que han influido mucho en la ciencia del país. Tiene un apartamento en un sitio prestigioso de la ciudad, en el último piso. Con la mejor visión, dos balcones y un ventanal hermoso, imponente, gigante, por el cual se asoma en este momento, mientras recuerda su decepción y su dolor.

Vuelve a la cama, se acuesta, mira el celular que descansa en el nochero, la hora que marca refleja que no ha dormido sino 2 horas desde que se acostó.

3:43 a.m.

Vuelve a despertar alterada, con lágrimas en sus ojos, la cara sonrojada, vuelve y se levanta a la cocina, busca en la nevera algo helado para tomar, una bebida gaseosa empieza a descender por su garganta, se refresca, se relaja, mira hacia su habitación nuevamente, no quiere entrar otra vez ahí, volvió a soñar lo mismo, volvió a recordar lo mismo y eso no le agrada, ahora recuerda lo difícil que fue su camino para llegar a ser quien hoy es, a ganarse el puesto que hoy tiene, realmente no se siente bien.

Entra en la habitación, se sienta en la cama, se cubre con la sabana blanca que le sirve de cobija y se pone a mirar la ciudad por ese imponente ventanal.

4:15 a.m

Se pone una blusa, una tanga y se para, sale corriendo, salta y el ventanal se rompe al entrar en contacto con su suave y delicado cuerpo.

4 comentarios:

Lauri dijo...

Puro Max Payne... Algo así, no se. Aguanta, está muy bacana, y jajajja, por algún lado tenías que meter el amor, las lágrimas, y obvio, la muerte que siempre está presente, en cada letra. (Eros y Thanatos)

Captcha mentabi.. jajajajaajaja

Anónimo dijo...

hey esta muy bacano, tiene bastante sentimiento, esta muy interesante , siga asi parcero

Anónimo dijo...

esta muyyy bacano....ya te habia dicho q me gustan un poco las historias tragicas..y si tiene una combinacion de amor, sangre y muerte...eso esta muy bien...
bueno claro q no soy tan tragica...

Anónimo dijo...

HUYYYY!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!rompiste el silencio en el que estaba leyendo esto ademas de mi imaginación y mi lectura. Esta historia de dejó fría...algo se quebró y estalló en el silencio...eso dolio. INSENSIBLE.

Isabelc