miércoles, 23 de septiembre de 2009

Calor

Foto: Google

Llegó, estaba hermosa, más que siempre, ¿será que cada vez que la veo está más bella?, ¿será que como dicen por ahí estoy enamorado?, no lo sé, el caso es que llegó y estaba hermosísima, almorzamos y como habíamos despertado muy temprano, fuimos presos de un sueño que nos fue tomando de a poco.

Me acosté, ella lo hizo sobre mi pecho, entrelazó mis dedos con los suyos y en medio de esas conversaciones que no terminan y que no dan cabida, fuimos quedando dormidos, ella sonriente y cubriéndome con su cabello negro, yo sonriente esperé encontrarme en esos paisajes oníricos donde la encontraba siempre.

El calor de ese domingo, nos podía demostrar que sí, era domingo, que era verano, nuestros cuerpos sudorosos, todas las ventanas de la habitación abiertas y un sonido de la naturaleza filtrándose por ellas, fueron influyentes para despertarnos.

Yo me desperté primero, busqué la manera de salirme de sus brazos a refrescarme un poco, me quité la camisa y me senté en el borde de la cama, tomé el cuaderno y me dispuse a dibujarla, ella era para mi esa musa que para muchos genera poesía, para mi generaba algo más que eso, era pintura, era escultura, toda expresión artística que puedan imaginarse. Dibujaba pero no la miraba, solo la dibujaba mientras me acordaba de su imagen en mi cama.

De repente sus brazos se posaron en mis hombros y me aprisionaron en ellos, empezó a besarme el cuello, un escalofrío indescriptible me recorrió desde el lugar del beso hasta el dedo meñique de los pies, cada vez lo hacía con más pasión, su lengua recorría desde el lóbulo de la oreja hasta el final del cuello, donde la clavícula se une a él y el escalofrío seguía invadiéndome, yo lancé mis brazos hacia atrás, mis manos se encontraron con sus piernas, el jean se interponía entre su piel y la mía, pero la encontré igual a cómo estaba, llena de pasión, recorrí desde su tobillo hasta el muslo con mis dedos, ambas manos se movían de arriba abajo, su piel se erizaba al ritmo de la mía y la intensidad de sus besos cada vez era mayor, la tomé de las piernas, la pasé de atrás para adelante, la puse sobre mí y la sentí en mis labios, su lengua se introdujo en mi boca y la excitación subió más y más, puse mis manos bajo su camiseta, sudaba, el calor estaba haciendo sus estragos, tal vez el calor mismo estaba haciendonos perder en la pasión el uno en el otro.

Tomé el borde de la camiseta, se la quité y su piel se unió a la mía, el sudor de ambos se mezcló con el aroma de ese calor, su sostén también rodó por el suelo de la habitación, ya sus manos estaban en mi espalda y alternaban su recorrido con el pecho, seguía besando mi cuello, me paré, fui a la cocina y cuando volví estaba en la cama, acostada boca abajo.

Me posé en su espalda, mi lengua empezó a subir desde su cadera hasta su cuello, sentí como su cuerpo se erizaba de a poco, me movía en su cuerpo como si lo conociera de antes, pero era la primera vez que lo podía sentir desnudo cerca al mío. La respiración se le aceleraba, la agitación de su aliento me excitaba y en besos en su boca volvía a bajar nuevamente hasta su cadera.

Ella se volteó, me desabrochó el pantalón y lo sacó, hice lo mismo con el de ella, y quedamos ahí, ella en tanga, yo en boxer, ella sobre mi.

-Eres todo lo que siempre desee- dijo.

-Yo se, porque para mí también lo eres- respondí.

Me besó.Se quitó la tanga, yo me quité el boxer, la miré fijamente, ella me miró, me envió un beso en el aire, el sudor que estaba en su pecho la llenaba de un aire sexy que me hacía desearla más, el cielo azul se estaba poniendo gris, la unión coital fue esplendorosa, sensacional, el gemido de cuando estuve adentro hizo excitarme aún mas.

Los gemidos de ambos tan profundos, tan suaves, tan sinceros, tan sanamente alegres, armonizaron la habitación. El cielo descargó todo lo que tenía, nosotros, nos dimos todo lo que teníamos, la lluvia afuera refrescó el suelo, nosotros nos refrescamos con nuestros instintos descargados en nuestros cuerpos y así, entre gemidos y suspiros, perdimos la energía y volvimos a dormir.

15 comentarios:

♥Adictalcafeh♥ dijo...

:)
Menos amor para la próxima, por fa.

amarilla dijo...

jaja a mi me gusto....

pero eliz esperaba mas sexo...
y juanse
jejeje ponete condon, una campaña de la alcaldia...

psd: me acorde de lo del dibujo q te dije la otra vez... ves hay imagenes q trascienden ese estado..

Rolalola dijo...

No hay nada que decir... sólo quiero que llegue el verano!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

Mijo; que sensatez y que pasión, para la próxima le das mas gusto a Uliza, contando algo acerca de una pareja fetichista :p...


Se espera la próxima XD...

Se cuida

Mária Juliana dijo...

Me gusta:)

Luisa Maria dijo...

Es de esas cosas que uno lee y se siente protagonista...
Muy bueno!
;)

Mercedes Pajarón dijo...

Si siempre es un placer leerte, esta vez aún más! ¡Qué bien descrita esa complicidad pasional...!

Un fuerte abrazo, Juanse!

silvia zappia dijo...

"el amor después del amor"(lluvia incluída)

Qué calorrrr!!!!

Unknown dijo...

Wow, que intenso y apasionado! me gustó mucho.
No hay experiencia más gratificante que sentirse uno con otro (u otra).
Muy bello, sinceramente.

Saludos, un abrazo!

Taller Literario Kapasulino dijo...

Cuanta pasion!
Me encanto este relato!

Ana Frank dijo...

¿No se sintieron observados? Qué escrito, hombre. Sentí estar ahí, jaja. Muy gráfico, muy pasional. Viva el verano, viva el amor.

Víctor dijo...

De acuerdo con Eliza...y ojalá con más detalles tan bien relatados como los de este escrito...Hey Juanse, como siempre, excelente...

vico gonz dijo...

Excelente descripción de lo indescriptible!!!!!!!
Pero....me quedó una duda.....lo escribiste antes?.....después?....o durante?!!!!!!!
Perdón fue una mala broma!
Muy bueno!

Laurita!!! dijo...

Que espectaculo Juanse, totalmente descabellador!!!
Se siente la intesidad mientras se lee, juemadre Juanse, esta excelente!!!
FELICITACIONES!!!

angelica cacres dijo...

Este es el que mas me encanta,
la Historia es perfecta