martes, 3 de febrero de 2009

El Color

El día que nació fue un día nublado, que luego desató una tormenta inimaginable, el niño lloraba inconsolable, el doctor miraba incrédulo lo que veía, no podía hacer nada, era algo sobrenatural lo que impedía que calmara el niño. Lo que al doctor mas le impresionó fue la imposibilidad del niño para desempuñar las manos.

Este niño era hijo de El Rencor y La Soledad, tal vez por eso su imposibilidad para abrir las manos, traía consigo tantas cosas que solo le era permitido hacer daño, no podía agarrar nada, no podía hacer nada por si solo, porque sus manos no se abrían, simplemente, no se abrían.

Con el tiempo, su madre le enseñó a vivir con su limitación y él aprendió a hacer muchas cosas sin valerse de sus manos. Igual en ese tiempo en el mundo no había nada, ni animales, ni hombres, ni luz, ni oscuridad, todo se limitaba a vivir en su casa, con su madre y su padre, con su mascota La Rabia y con su Hermana La Intolerancia.

Fue creciendo y nada cambiaba para él, en la escuela se relacionaba poco con sus compañeros; por esas cosas de la vida, empezó a relacionarse con una chica, La Amistad se llamaba, estaba en un grado menos que él, pero eso no importaba, pasaban la mayor parte del tiempo juntos y poco a poco fueron entablando una relación que los llevó a conocerse bastante.

El tiempo fue transcurriendo y su relación con La Amistad iba creciendo. Ya tenía 20 años y empezó a sentir sensaciones demasiado extrañas para él, le comentaba a su madre lo que sentía y ella no entendía lo que le pasaba. Hablaba con otros habitantes de su aldea sobre eso y nadie sabía qué era.

Un día, decidió decirle a La Amistad todo lo que pasaba. La citó bajo el árbol de la vida, llamado así porque era un árbol seco, como todos los del mundo, solo que este era inmenso, ancho en su tronco, y era prácticamente donde según el mito había nacido el primer habitante del mundo.

La Amistad llegó a su encuentro y él sonrió, algo extraño ya que nunca lo había hecho.  La saludó y empezaron su conversación:

-¿Qué necesitabas decirme?- le preguntó La Amistad.

- Quería comentarte que desde hace un tiempo para acá he empezado a experimentar cosas demasiado extrañas en mi cuerpo, siento que cuando te acercas hay mariposas en mi estomago, siento un vacío interior cuando te vas.- Apenas terminó de decir eso, de su boca salieron mariposas azules, que fueron ascendiendo y ascendiendo y empezaron a pintar el cielo de su color, la gente en el pueblo no podía creer que se estuviera pintando, y La Amistad solo miraba maravillada ese espectáculo.

-Y ¿que estás haciendo?-

-Realmente nada, solo digo lo que siento y pienso sobre ti.- Ahí las mariposas fueron amarillas y pusieron el sol en ese cielo pintado que había creado ya.

-Esto es increíble. Pero igual yo no sé qué puedo hacer.-dijo ella.

-Yo no espero que hagas algo, solo quiero que escuches todo lo que tengo para decirte. Una de sus manos empuñadas se abrió y tomó la de ella, no sin antes soltar unas mariposas de todos los tipos de verde, que llenaron el árbol de la vida con su color, las montañas, los suelos, los campos.

-Wow, ¿que más piensas hacer?- le reparó ella.

-No sé, es que simplemente quisiera besarte.- tomó su otra mano; de su mano empuñada al abrirse salieron mariposas de todos los colores, que se convirtieron en flores, pájaros, frutos, animales, mariposas que dejaron asombrados a todos los habitantes de la aldea.

-Es increíble todo esto- volvió a decirle ella.

-Realmente era algo que la naturaleza me tenía preparado, soy el amor, que he pintado el mundo de color, que te hago llenar de fantasía el cuerpo y hago cosas increíbles por ti, soy el amor que te hace sentir cosas que no puedes controlar, soy ese amor que llevas dentro, ese que desde pequeños hemos podido cultivar, ahora solo bésame y seamos uno solo.

 Con un beso sellaron todo, el beso hizo que él sonriera para siempre, el beso hizo que su corazón palpitara rapidamente, el beso los hizo moverse a ambos, quienes salieron a caminar tomados de las manos, acompañados siempre, pintando de colores increíbles el mundo y llenando de sonrisas y colores la vida de los nuevos habitantes de éste.

12 comentarios:

Dannielo dijo...

wwwooooooooowwww super bueno men !!!!

Anónimo dijo...

Ya sabia que te gusta escribir sobre el amor, pero no sabia que de 2 palabras "el color", pudiese nacer el amor...un amor que no tenia tierra firme donde nacer, pero no siendo en vano lo maravilloso que puede llegar a ser, puede nacer y pintar el mundo entero de color. Me gustó mucho esta técnica, de una sola palabra se despliega un todo. Hace rato no pasaba por aqui y me doy cuenta de lo dinámico que te haz vuelto.
Me alegra por ti espero saludarte pronto en la u.
Isabelc

silvia zappia dijo...

Tu cuento me recordó dos cosas: una película iraní, llamada Gabbeh,en la que un maestro enseña a los niños los colores del mundo, pintándose las manos.Y una novela de Juan José Saer, "Las nubes", donde uno de sus personajes atraviesa un desierto por días y días con una mano hecha puño.Si su acompañante le hacía abrir la mano, él cerraba la otra, guardando algo que no nos es revelado.
Y de tus mariposas, ay Juanse, yo las tuve en mi patio durante años y años.Son las únicas capaces de vencer a sus padres,el Rencor y la Soledad.(Y todavía me sobrevuelan, como a Mauricio Babilonia)
Tu cuento es una hermosura!
Te dejo un gran beso!

Selene Estrada dijo...

Hola Juanse.

Hace varios años yo solía relacionarme mucho con personas que plasmaban en blogs sus pensamientos, experiencias y sensaciones. Por cuestiones del destino, todas esas personas dejaron de escribir y yo dejé de preocuparme por hacerlo también.

Me han gustado muchos de tus escritos, no pares ;)

Anónimo dijo...

que imaginacion...esta buenisimo, creo que seras un gran redactor. felicitaciones!!

lopez dijo...

parcero tenes buena vision en la cadencia del relato, no esta fragmentado y no hay una lineadad sosa, que aveces aburre o simplemente no deja nada, buenas imagenes mentales rescato de tu texto al leerlo.

un saludo hermano, lo invito a que participes de mi blog con un texto tuyo. no es mas, por aca volvere.

Natalia dijo...

que cuento mas bonito, me gusto!!!
es que eso que llaman amor te pinta la vida de colores :) y hasta nos cambia la percepcion del mundo por un momento.

CeLeS! ~ dijo...

Me gusta mucho más tu teoría del génesis que la q nos viene impuesta... ^^

Hermoso relato!
me encantan las mariposas! que vuelen y sobrevuelen!

Anónimo dijo...

Juanseeeeeeeee!!!
Excelente!!!... Super interesante la fantasía que incluyes en tu historia!!!.... Totalmente sorprendente!!!
FELICITACIONES!!!

Ricardo Rivera Vasallo dijo...

Rimbombante.
Cabe decir que el amor existe hasta en el más duro sentimiento, escondido está, en colores opacos y degradados, pero está. Sólo falta expresarlo, mezclarlo con colores renacientes y, se es trascendental limitarlos y medirlo con mucha precisión. Su mezcla debe ser perfecta, distinta, única y brillante.
Limitarse de ser como el rencor, la soledad; parecerse a la amistad pero diferenciables de ciertas luciérnagas, con fuerte rubor, pero opaco tornasol, ser un color impar, señero, aislado… E Ilimitado.

Saludos:
Buen Blog.

Psicoloca dijo...

Muy bella tu historia.
En un mundo tan mate, viene bien un poco de brillo.

SeaSirens dijo...

Precioso cuento, Juanse.
Hacer brotar de la nada, al más intenso y maravilloso de los sentimientos que existen: el AMOR.
Me ha gustado especialmente, el imaginarme como las mariposas revoloteaban alrededor de ellos y ascendían...Absolutamente Bello!

Un beso de mariposa!!